Sabidos son los brutales ataques contra sus
integrantes y costumbres que debieron padecer históricamente las comunidades
indígenas alrededor del mundo; dirigentes políticos y autoridades insensibles
prefirieron erradicarlos con violencia en lugar de integrarlos a la sociedad.
Como consecuencia de tal estado de cosas, muchísimas de las comunidades
aborígenes debieron organizarse para resistir los injustos ataques, de lo cual,
afortunadamente, resultaron líderes valientísimos a quienes no les tembló el
pulso ni siquiera en el momento de tener que sacrificar su propia vida en pos
de un sueño de integración y unidad.
Y en ese destacado grupo de
líderes y mártires, sin lugar a dudas, sobresale la figura de Victoriano
Lorenzo, un guerrillero indígena colombiano-panameño, porque si bien Victoriano
nació en el año 1867 en la región rural de Penomé, provincia de Coclé en Panamá,
en aquel entonces la zona conformaba parte del territorio colombiano.
Si bien Victoriano no tuvo la
posibilidad de acceder a una educación tradicional en la escuela, aprendió a
leer y a escribir a instancias del Sacerdote de Capira. Y con tan solo 22 años,
en el año 1889, fue designado regidor de El Cacao, lugar en el que residía
junto a sus padres; por esos momentos su vocación de defender los derechos de
los más desprotegidos dominaba su vida y así es que llegó su primer batalla, en
1890, se enfrentó con el regidor Pedro Hoyos por la arbitraria medida de éste
de cobrarle diezmos a la comunidad indígena. El enfrentamiento terminó con la
muerte de Hoyos y con Lorenzo preso, ya que la justicia lo condenó a 9 años de
prisión por el crimen.
Una vez cumplida la condena
retomó la lucha en su pueblo y pronto, a fuerza de protestas y reclamos, se
ganaría el aprecio y cariño de sus pares.
En el año 1900, Victoriano
Lorenzo desempeñaría un papel crucial en la llamada guerra de los mil días que
enfrentaba al gobierno central y conservador con un bando liberal; Lorenzo y
sus fuerzas apoyaron a los liberales y aunque el resultado para el bando
liberal fue adverso, Lorenzo y cía. se adueñarían de las montañas y el ejército
oficial huiría ante la amenaza que suponía Lorenzo.
En Noviembre de 1902, los
conservadores y los liberales firmaron un pacto a espaldas de Victoriano que
significaría el comienzo de su fin. A pesar de sus intentos de fuga, Lorenzo
fue capturado por el ejército y condenado a muerte. El 15 de Mayo de 1903 fue
ejecutado en la Plaza de Chiriquí, actual Plaza Francia.
En el siglo pasado, en 1966, la
Asamblea nacional de Panamá declaró injusta su ejecución y lo declaró héroe
nacional.
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